Cae la noche en la capital y claro está que en cuanto el toque de queda asome, Zamora volverá a cubrirse pro completo de blanco no dando tregua a una situación que se ha ido de las manos aún cuando se había alertado de lo que podría pasar. El hielo hace acto de presencia y las temperaturas de hasta -4ºC de previsión harán que la capital sea una auténtica pista de patinaje.
Una posible moraleja de un cuento que parece seguir a los humanos, la pandemia, los avatares de la naturaleza, síntomas de que no aprendemos y de que la sociedad sigue equivocada en los planteamientos aún cuando hay avisos.
Hoy la máxima era de mantenerse en casa y las consecuencias de tanto accidente y de tanta irresponsabilidad la pagaremos todos. Los problemas de acceso a los hospitales, la falta de previsión y lo desbordado de todos los servicios sigue demostrando que el ser humano es incorregible y que por mucho que se avise al final no hay otra que socorrer y gastar fuerzas en nuevos mensajes ante tanto caos que lleva a la necedad humana a seguir cayendo una tras otra vez en la misma piedra.
Parques y jardines para disfrutar de una jornada de nieve, tras tanta pandemia y tras tanta desgracia que hoy han servido de aliciente para muchos pequeños que nunca habían visto nevar así en Zamora.
Importante, mañana si no es estrictamente necesario no cojan sus vehículos y lo de salir de casa, mucha atención al hielo, a la hora de realizar esta información ya había -1ºC. Mañana veremos los resultados de esas placas de hielo y lo que ocurre en las vías de la provincia que aún no han podido ser despejadas.