El sonido de los cencerros y la melodía endiablada de las dulzainas anunciaba esta tarde el paso de la "cofradía" del Cencerro por las calles. Acompañados por su inseparable burra, engalanada para la ocasión, desplegando alegría y buen humor y regalando roscas de pan a los zamoranos, los "hermanos burros" han cumplido con esta singular tradición que ya cuenta con más de 50 años de historia.
A las siete de la tarde partía la peculiar comitiva desde la Plaza de Alemania acompañada por los Dulzaineros de la Calle Real de Soria, que ya suman 24 años acudiendo a Zamora en el día de San Antón.
Con su indumentaria de antiguos tratantes de ganado (jubona negra, boina negra y pañuelo blanco en el cuello) y provistos de una buena ristra de roscas de pan, los cuarenta hermanos de la Peña del Cencerro desplegaron por las calles su habitual buen humor, que se ha convertido en una tradición bien conocida entre los zamoranos desde que fuese fundada en 1962 por Ángel Centeno.
La comitiva ha discurrido por céntricas calles de la ciudad como San Torcuato, Herreros, Plaza Mayor o San Andrés, con sus habituales paradas en establecimientos hosteleros como El Horno, el Buen Amor o el Kalima, entre otros, hasta que se retiraron a degustar la tradicional sanantonada o "pesebrada" poniendo punto final un año más a la festividad.
Galería de imágenes. Vídeo del paso de la cofradía por San Torcuato.
