Zamora, tierra de tradiciones y fervor religioso, se viste una vez más con los colores del arte y la devoción. En una conmovedora muestra de creatividad y espiritualidad, el artista Saúl Alija plasmará la imagen de Nuestra Madre en una obra de arte urbano.
La fachada anexa a la sede social de la Cofradía, ubicada en la calle Quebrantahuesos, se convierte en lienzo para esta expresión artística que rinde tributo a la figura titular. Con maestría y sensibilidad, Alija captura la esencia misma de Nuestra Madre, llevando su presencia a las calles.
El mural, que ha comenzado a dibujarse, destacará por su belleza, emotividad y sentimiento. Cada trazo, cada detalle, refleja el profundo respeto y la devoción del artista hacia la imagen sagrada. Es un testimonio vivo del amor y la conexión espiritual que muchos zamoranos sienten hacia Nuestra Madre, una presencia que trasciende lo terrenal y toca el alma de quienes la contemplan.