Tras la procesión de este jueves, las pipas y las pipeleras se vieron por el suelo, también la pizza que parece ser no le gustó al gorrino o gorrina que no supo que lo importante es que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia.
Está claro que viendo el comportamiento nadie iría a su casa a comer puesto que si esto lo hace en la calle como tendrá su morada. El civismo se aprende en la escuela y se mantiene en la vida, la limpieza igualmente. También está claro que en esta ciudad no vale decirlo, ni vale aedvertirlo, tampoco aconsejarlo. Juzguen ustedes...

Nosotros no podemos más que contar que hay cerdos en pocilgas que seguro tienen más limpia su casa, lo triste es que en nuestra ciudad no haya Policía ni vecinos que puedan denunciar a indeseables en la convivencia de personas cívicas. Las fotos sirven para dar fe de lo que pasa en una parte de la ciudad y que gracias a las cámaras y a las personas que pueden recordar quien estaba anoche en esa zona viendo la procesión, podrán identificar a quien no se merece el título de ciudadano, y el de persona es para pensárselo.
