Un grave riesgo de incendio acecha la estación de tren de Zamora debido a la acumulación incontrolada de residuos sólidos urbanos, muchos de ellos altamente inflamables y contaminantes. La situación, que ha sido denunciada por el vecino Ángel Gutiérrez Domínguez, pone en peligro la seguridad de los residentes y del entorno urbano, además de constituir una amenaza medioambiental.
Según la denuncia, en el interior del recinto amurallado de la estación se acumulan más de 2.000 elementos entre contenedores de basura, papeleras, colchones, neumáticos, sacos con paja y otros materiales altamente peligrosos. Muchos de estos residuos se encuentran en estado de abandono y deterioro, expuestos al sol y rodeados de vegetación seca. Estos factores combinados incrementan significativamente la probabilidad de que se produzca un incendio de grandes proporciones.
La zona más crítica, según Gutiérrez, se encuentra en la parte trasera de las naves de Residuos Sólidos Urbanos (RRSU), en el lateral derecho, junto al Banco de Alimentos y el servicio de obras en la carretera de Villalpando. Aunque parte de los residuos son visibles desde la calle Antón de Centenera, donde se instala el mercadillo los martes, es en esta área donde el riesgo de ignición es más alto debido a la concentración de materiales inflamables.
Además de la acumulación de residuos, la falta de vigilancia y las nulas medidas de seguridad en el recinto aumentan aún más el peligro. El acceso libre durante las 24 horas del día, los 365 días del año, hace de este espacio un punto vulnerable tanto para un incendio accidental como para la acción de pirómanos. La denuncia subraya que, de iniciarse la combustión de estos materiales, se liberarían gases tóxicos altamente perjudiciales para la salud de los vecinos y de quienes transiten por la zona.
Ante esta grave situación, Gutiérrez hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se tomen medidas inmediatas. Entre las acciones solicitadas, destaca la retirada urgente de los residuos acumulados y la implementación de medidas de seguridad en el recinto, como la instalación de vigilancia y el sellado de accesos.
La preocupación de los vecinos y ciudadanos es palpable, ya que, de no actuar con rapidez, las consecuencias de un incendio podrían ser devastadoras tanto para la seguridad de la población como para el medio ambiente. La denuncia de Gutiérrez ha sido compartida con los medios de comunicación con el objetivo de generar conciencia pública y presionar a las administraciones para que tomen las medidas necesarias antes de que sea demasiado tarde.
