Si las fiestas arrancan con el fuego de las hogueras de San Juan para llamar a la buena suerte, cierran con un espectáculo pirotécnico en la noche zamorana.
Cientos de personas se acercaron anoche al Duero para despedir las fiestas con unos fuegos artificiales que pusieron el broche final a una semana festiva.
Aunque muchos marcharon a casa para descansar, otros, como los peñistas, acudieron a la Plaza Mayor a dar los últimos coletazos. A echar los últimos bailes de una fiesta que acababa.
Ahora, habrá que esperar a que la Gobierna vuelva a surcar el Duero para subir al ayuntamiento y dar de nuevo comienzo a las fiestas más esperadas.