La tradición perdura en Zamora mientras la Cofradía de Jesús Nazareno vulgo Congregación renueva su eterno agradecimiento hacia el imaginero Ramón Álvarez.
En un gesto lleno de devoción, la cofradía ha depositado flores de la Virgen de la Soledad en la tumba del artista, autor de la icónica imagen, como tributo a su legado y al papel fundamental que desempeñó en la Semana Santa zamorana.
Este acto, arraigado en la historia de la cofradía durante muchos años, refleja el respeto y la gratitud perpetua hacia el ‘padre’ de la Semana Santa zamorana, cuya influencia sigue resonando en cada procesión y celebración.
Además de honrar la memoria de Ramón Álvarez, la cofradía ha extendido su homenaje a todos los hermanos y damas que han fallecido, así como a aquellos que descansan en el cementerio de San Atilano.
Un centro de flores ha sido colocado en el crucero del cementerio, recordando a aquellos que fueron parte fundamental de la comunidad cofrade y cuyo legado perdura en el corazón de Zamora. El tributo floral también ha llegado a la capilla de la Virgen en la iglesia de San Juan, donde varios centros de flores del paso embellecen el espacio, simbolizando la devoción continua y el compromiso inquebrantable de la cofradía hacia la Virgen María.