Cuando firmas, presionas. Aunque parezca un gesto pequeño, una rúbrica puede lograr grandes cosas. Por eso, Amnistía Internacional ha decidido salir a la calle para recoger las firmas de aquellos zamoranos que estén de acuerdo en no permitir ni un paso atrás en los derechos humanos.
La mesa estaba instalada en la Plaza de la Constitución, donde también se han leído todos los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Este año, desde Amnistía Internacional se señala que gobiernos de todo el mundo están reprimiendo, mediante viejos y nuevos métodos, las protestas surgidas en un año especialmente difícil para la población mundial, sin superar todavía la crisis de la COVID-19.
Armas omnipresentes como las porras policiales o pistolas táser, utilizadas de un modo indebido en actos que pueden ser constitutivos de tortura y otros malos tratos; y modernas tecnologías al servicio de la vigilancia y el espionaje son ejemplos de cómo libertad de expresión se está viendo amenazada en el mundo, en países como China, México, Israel y Territorios Ocupados o Afganistán, entre otros.
