La festividad, que congrega a miles de zamoranos cada año, convirtió la Plaza Mayor en el epicentro de la devoción y el fervor popular. Desde primeras horas de la mañana, el ambiente festivo llenaba las calles, mientras los fieles se preparaban para la tradicional ofrenda floral a la Virgen.
La jornada arrancó con la imagen de la Virgen de la Concha siendo trasladada desde la Iglesia de San Vicente hasta la Plaza Mayor, donde fue recibida con honores. Gigantes y cabezudos acompañaban el recorrido, añadiendo un toque festivo y tradicional a la celebración. La ciudad se volcó en esta festividad tan esperada, y los zamoranos, como cada año, mostraron su respeto y amor a su patrona.
Uno de los momentos más emotivos fue el protagonizado por los coros y danzas de la ciudad, quienes se unieron en un baile conjunto en la Plaza Mayor, encabezado por el musicólogo Antonio Luis Pedraza. Su interpretación, una mezcla de música tradicional y homenaje a la Virgen, emocionó a los presentes, quienes disfrutaron de este bello espectáculo de cultura y tradición local.
La Plaza Mayor se convirtió en un escenario de colores y flores, con miles de zamoranos ofreciendo su tributo a la Virgen de la Concha. La afluencia fue masiva, mostrando la devoción inquebrantable que la ciudad de Zamora mantiene hacia su patrona. Esta cita es una de las más importantes del calendario religioso local, y la participación masiva de la ciudadanía refleja el arraigo de estas tradiciones en la cultura zamorana.
No solo la capital estuvo de celebración, sino que muchas localidades de la provincia también honraron a sus Vírgenes patronas con actos religiosos y festivos. En cada rincón de la provincia, el 8 de septiembre se vivió con gran intensidad, resaltando el papel que la fe y la tradición tienen en la vida de los zamoranos.
En definitiva, la festividad de la Virgen de la Concha volvió a convertirse en una muestra de unión y respeto hacia las raíces de Zamora, donde la fe, la música y la tradición se entrelazaron en una jornada que perdurará en la memoria de quienes participaron. Un año más, la patrona recibió el cariño y devoción de su pueblo en un día que, como siempre, quedará marcado en el corazón de Zamora.
