El pleno del Ayuntamiento de Zamora acordó hoy prorrogar el contrato de mantenimiento de jardines de la ciudad, a través del cual se atienden parte de los 2,4 millones de metros cuadrados de parques y jardines con los que cuenta la ciudad.
La superficie de zonas verdes ha pasado en siete años, desde el inicio del contrato ahora prorrogado, de 1 a 2,4 millones mientras que el ratio de superficie que atiende cada empleado ha pasado de 20.000 a 46.000 metros cuadrados.
La nueva prórroga en el contrato del servicio de jardines dio pie a los grupos de la oposición a criticar la ampliación de ese contrato que inicialmente iba a prolongarse durante seis años y que ya se amplió anteriormente otros seis meses.
El edil de Adeiza Miguel Ángel Mateos recordó que del 55% se ha pasado al 85% de privatización del servicio de jardines mientras que el socialista Luis Vicente Pastor lamentó que no se haya sacado a licitación un nuevo contrato cuando ha habido tiempo suficiente. "Necesitamos un departamento de exhorcismos", aseguró Luis Vicente a modo jocoso tras tachar de "diabólico" el sistema de prórrogas de contratos.
Por su parte, el concejal de IU Miguel Ángel Viñas lamentó la opción de la privatización que "puede resultar más cara que la gestión directa de los servicios públicos" y reclamó un informe técnico que corrobore ese menor coste de la gestión propia del servicio por parte del Consistorio zamorano.
El portavoz municipal y concejal de Medio Ambiente, Feliciano Fernández, achacó el retraso en el pliego de condiciones del nuevo contrato a los cambios normativos, ya que el expediente se inició en junio del año pasado y recordó que con el personal municipal del área no sería posible atender el mantenimiento de los jardines privatizados, lo que podría suponer incluso un riesgo de incendio forestal. Atribuyó al "interés público que creo que ponen de manifiesto todos los funcionarios" la prórroga del contrato, que "como norma general" no debe prorrogarse, aunque sí en este caso "por cuestiones de interés público", declaró Feliciano Fernández. Además, el Ayuntamiento no se vería perjudicado porque los precios son menores que los de hace siete años, según argumentó.
En el pleno se guardaron dos minutos de silencio por las víctimas de violencia de género y se recordó a la psicóloga Violeta Guarido, hija de los concejales Francisco Guarido y Laura Rivera, asesinada a principios de mes en Palencia. A la sesión plenaria se ausentaron tanto esos dos ediles como su compañero del grupo municipal de Izquierda Unida, Francisco Molina.