Se han salvado las terrazas. El resto de la hostelería ha funcionado por debajo del 20% en una Semana Santa sin procesiones, con cierre perimetral de la comunidad y con toque de queda incluido.
Este es el balance de la Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros a la hora de valorar una Semana Santa que ha salvado las terrazas gracias al turismo local y de la comunidad. "Pero no es para echar cohetes", indica el presidente de Azehos, Óscar Somoza, que destaca el cierre de los grandes hoteles de la ciudad que "no se han arriesgado a abrir". "Y es que el turista de Castilla y León va y vuelve y no se queda a pernoctar en la provincia", resalta Somoza
La suspensión de las cenas de Semana Santa, tan habituales tras las procesiones y los actos litúrgicos de otros años, debido al toque de queda ha reducido la "caja" de los restaurantes y bares en un 60%. "Por el día, se comía más de tapas y bocadillos, lo fuerte para la restauración eran las cenas", apunta el presidente de Azehos.
Somoza reconoce que las terrazas han funcionado mejor que "otros años", aunque considera que se trata de "un grano de arena en el desierto", De hecho, asegura que han salvado "los muebles" los hosteleros que han trabajado "en plan familiar, sin sacar a los trabajadores del ERTE". Y manifiesta que tras hablar con los presidentes de otras asociaciones de la comunidad, el balance es que la hostelería ha funcionado por debajo del 20% durante los días centrales de esta Semana Santa marcada, un año más, por la pandemia.
El presidente de Azehos anuncia, por otro lado, una reunión de la junta directiva a nivel regional ante el anuncio de la Junta de Castilla y León de endurecer hoy las restricciones en aquellos municipios que registren una incidencia acumulada de más de 150 casos por cada 100.000 habitantes. "Se presenta otra situación dramática"; augura Somoza, aunque en esta ocasión, parece que no le va a tocar a Zamora, una de las provincias de Castilla y León con mejores datos epidemiológicos junto con Ávila.
