El Ayuntamiento de Zamora ha aprobado este jueves el Presupuesto Municipal de 2026, dotado con 79,5 millones de euros, en un pleno tenso que derivó en un debate a dos entre el equipo de gobierno (IU–PSOE) y el portavoz de Zamora Sí, Eloy Tomé, después de que este afirmara que las cuentas municipales habían dejado fuera tres millones de euros. Tras consultar con los servicios técnicos y con el propio alcalde, Tomé no terminó de reconocer el "error de cálculo", y decidió mantener sus críticas y las ocho enmiendas registradas por su grupo.
La sesión plenaria arrancaba con dos minutos de silencio en memoria de las cuatro mujeres asesinadas por violencia de género en España durante noviembre. Fue el único momento de unanimidad en una sesión que, desde el primer turno de palabra, se convirtió en un escenario de confrontación directa, con el concejal de Zamora Sí, Eloy Tomé.
Tomé abrió el debate calificando las cuentas de “faltas de ilusión”, poniendo especial énfasis en lo que describió como un incremento injustificado del presupuesto de Fiestas, que llegó a presentar como “un regalo de Reyes Magos” fruto, dijo, del pacto de gobierno. Ese fue el detonante del primer choque: el concejal socialista David Gago, visiblemente molesto, le espetó que “no se entera de nada”, defendió que el aumento real apenas ronda los 5.000 euros y le acusó de lanzar "ocurrencias, hacer el ridículo y afirmar sin preguntar".
El clima apenas mejoró cuando tomó la palabra el portavoz del PP, Jesús María Prada, que pidió “sosiego” antes de tachar los Presupuestos —79,5 millones, apenas un 0,17% más que el año pasado— de “insulsos” y de contener inversiones “de pura ficción” abocadas a futuras modificaciones. También reprochó al equipo de gobierno el retraso de cuatro meses en el pago de las subidas salariales a los empleados públicos. Todo ello le llevó a justificar su voto en contra de las cuentas municipales, por primera vez desde que ejerce como portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento. Pero incluso él dirigió un dardo a Eloy Tomé, criticando su defensa de las cuentas con un “lenguaje farragoso” e “incomprensible”, aunque finalmente el Grupo Popular apoyó con sus votos las 8 enmiendas de Zamora Sí, rechazadas por la mayoría del equipo de Gobierno.
Sin embargo, el verdadero mano a mano se produjo entre Tomé y el concejal de Hacienda, Diego Bernardo (IU). Bernardo acusó al edil de Zamora Sí de “mentir” al asegurar que faltaban por incorporarse al presupuesto tres millones de euros, una afirmación que el responsable económico desmintió con vehemencia: “Sí están incorporados, quiere echar mierda”. Desde ahí, el enfrentamiento escaló. Bernardo reprochó a Tomé su “beligerancia selectiva”, alineada —según dijo— con la defensa del presupuesto de la Diputación unos días antes, y llegó a insinuar que buscaba “hacerse un hueco en las listas del PP”. Le pidió además que retirara sus ocho enmiendas, de lo contrario, afirmó, no le quedaría “más remedio que seguir echando fichas al PP”.
El alcalde, Francisco Guarido, intervino antes de la votación para insistir en que la primera enmienda —basada en la supuesta ausencia de los tres millones— partía de una “falsedad”, lo que invalidaba el conjunto de propuestas de Zamora Sí. “Todos metemos la pata”, concedió Guarido, “pero hay que salir de la pata con dignidad”. Aun así, Tomé mantuvo sus enmiendas, que fueron rechazadas en bloque únicamente con el voto en contra del equipo de gobierno.
Otro de los puntos calientes del pleno fue el debate sobre las 112 subvenciones nominativas incluidas en el proyecto. Guarido recordó que durante la aplicación del Plan de Ajuste de la Ley Montoro “dos tercios” de estas ayudas desaparecieron y el Ayuntamiento tuvo que pedir 18 millones de euros para pagar facturas. “Ahora, con las cuentas saneadas, se restablece el equilibrio”, justificó.
Pero no convenció a la oposición. Vox, por medio de Javier Eguaras, denunció que estas subvenciones habían crecido un 350%, hasta representar un 6% del presupuesto. El PP mostró conformidad con esta figura “siempre que esté justificada”. Y Tomé volvió a incidir: las nominativas deben ser “la excepción”, insistió, porque la concurrencia competitiva es la vía ordinaria para otorgar ayudas públicas.
El pleno terminó como empezó: con Eloy Tomé en el epicentro del debate político y con un equipo de gobierno decidido a defender unas cuentas que presume realistas y centradas en la prestación de servicios, con 33 millones en contratos, cinco millones en nuevas inversiones y un refuerzo destacado del contrato de Ayuda a Domicilio.