El diseño zamorano vuelve a erigirse entre los potenciales ganadores de los premios Pentawards. Los conocidos como los "Óscar del diseño" han querido reconocer un año más el trabajo del estudio zamorano Javier Garduño que acudirá a la gala que se celebrará en Londres los días 9 y 10 de noviembre con un total de dos nominaciones.
Javier Garduño, en calidad de director creativo, y el diseñador Israel García han vuelto a poner su creatividad en la cima mundial gracias a dos trabajos de packaging, uno por el vino El Alma de Gildo de Spanish Palate y el segundo por el diseño del queso SUMMUM 2022 de Quesería La Antigua. Toda una oportunidad para repetir o, incluso, mejorar los hitos del 2020 y 2017 cuando se alzaron con un bronce y una plata, en esos casos por el diseño del vino Sabaria de la DO Arribes y para la Bodega L'Amphore.
"Vamos con esperanza y a ver qué pasa". Ya con los trajes preparados, el equipo se dispone a aumentar su listado de éxitos que arrancó en 2013 de la mano de los Inspira, los Premios de la Publicidad de Castilla y León. Desde entonces acumulan más de una treintena de premios a los que se suman tres finalistas y una mención especial.
En este caso, los trabajos nominados reconocen el ya reconocido "traje" del vino homenaje al centenario viticultor Hermenegildo García que recibió el oro Anuaria al Mejor Packaging de 2022. A partir del concepto del alma, un complejo troquelado en forma de "pop up" esconde el nombre completo del vino.

El diseño de la botella incluye además un collarín que funciona como decoración de cápsula y simula las barrenas que se utilizaban en la antigua mina.
La vuelta a los orígenes llega de la mano del queso SUMMUM 2022, cuyo packaging nos retrotrae a los años 50 con una lechera como contenedor del queso entero, queso entero en cuñas y loncheados, un trabajo muy técnico y complejo que utiliza el mismo recipiente para todos los productos a los que se amolda mediante una cuna interior. El diseño en el caso de las 2 cuñas de 250 g, simula las latas de leche condensada originarias de la década de los 60's con una cinta de raso a modo de colgador. Todo ello sumado a los packagings para los blisters de queso cortado y una botella de leche que se utiliza de regalo.
Ahora sólo queda esperar a la próxima semana para saber si el estudio zamorano volverá a imponerse entre los miles de diseños que cada año se someten a la valoración de un tribunal de reconocido prestigio.