La mayoría de ellas están inspiradas en el Conflicto de la Franja de Gaza, con piezas que plasman diferentes enclaves de Palestina e Israel. Panorámicas de la ciudad de Jerusalén, vistas de la ciudad devastada de Gaza y otras composiciones en donde la “ruina” es el común denominador. Allí donde la acción humana o el paso del tiempo han ido transformando los espacios, la arquitectura, el paisaje…
Asomarse a un abismo de formas quebradas, grises cromáticos y materia inerte. Sumergirse en las ruinas y convertirse en testigos activos, ser conscientes de la devastación y del desasosiego.
Las obras presentadas son figurativas, de trazos sueltos y planos superpuestos, más propios de las técnicas abstractas que el pintor ha venido utilizando en muchas de sus series anteriores. Utiliza una gran variedad de texturas y de recursos pictóricos como veladuras, arrastrados, frotados, pinceladas matéricas. Aplica las gamas de colores, fríos o cálidos, en función del paisaje, generando en el espectador sensaciones de desolación, desencanto, desarraigo…
La ciudad santa de Jerusalén, es retratada en algunas de las piezas, bajo el fulgor violáceo del crepúsculo y desde allí, sobre la antigua Explanada de las Mezquitas, parecen vislumbrarse en la distancia los Territorios Palestinos.
Algunas de las obras pertenecientes a esta serie fueron expuestas en 2021 en la muestra colectiva organizada por el MUSAC y el Museo del Bierzo “Ponferrada Stories”, enmarcada dentro de la exposición “El delirio de los Caballos. Visiones del Apocalipsis en Centros Culturales de Castilla y León”.
Ahora, y por primera vez, se podrán contemplar juntas gran parte de las obras que conforman la serie, muchas de las cuales no han sido nunca expuestas.
