La cocina solidaria de Zamora reparte ya 85 comidas diarias a familias de distintos barrios de la ciudad. El perfil de los beneficiarios es heterogéneo, desde personas de avanzada edad hasta familias en exclusión social o cuyos progenitores acumulan meses sin cobrar los Erte,s.
El proyecto altruista impulsado por la asociación de panaderos Asezpan y la Fundación Caja Rural cuenta con la colaboración de 8 de las 24 asociaciones de vecinos que existen en en la capital.
Actualmente, participan en la iniciativa las asociaciones de Pinilla, Casco Antiguo, La Lana, Alviar, San Isidro, San Lázaro y Pantoja. El resto de asociaciones no entran a formar parte del proyecto por el momento.
El presidente de la Asociación de Vecinos, Artemio Pérez, animaba hoy al resto de asociaciones a unirse a una iniciativa "apolítica, que solo trata de paliar las necesidades de nuestros vecinos".
Durante la rueda de prensa celebrada en el local de la asociación de Pinilla, el gerente de Asezpan, Carlos García, adelantaba que el objetivo del proyecto es llegar a repartir "100 comidas al día".
García explica que el proyecto solidario, que comenzó a principios del mes de julio, cuenta con 4 empleados, entre cocineros profesionales y repartidores, y que las familias que reciben esta comida elaborada no son usuarios de otras ONG,s como Cáritas o Cruz Roja. "Cruzamos los datos con ellos para que no haya duplicidad de ayudas", insiste el gerente de Asezpan.
Carlos García insiste que su labor es "complementar la ayuda que ofrecen otras organizaciones" llevando a las personas necesitadas 1 kilo de comida por persona. "Hay vecinos con poca movilidad o ancianos que no pueden cocinar. A ellos, les llevamos la comida elaborada con productos zamoranos por cocineros profesionales y en tapers individualizados como medida de precaución ante el coronavirus". Sin embargo, el 90% de los beneficiarios acuden a las asociaciones de vecinos a recoger la comida, entre las 13.30 y las 14.30 horas.
El presidente de la Fundación Caja Rural, Feliciano Ferrero, reclamó la colaboración del resto de las asociaciones de vecinos que son "las que mejor conocen las necesidades del barrio" y agradeció la colaboración de la quincena de empresas que han respondido de forma positiva a la llamada de la cocina solidaria.
Los promotores de la iniciativa altruista prevén que la demanda vaya en aumento ante la crisis sanitaria y económica que vive la provincia como consecuencia de la pandemia. Por ello, Carlos García afirma que "seguiremos con el proyecto hasta que nadie en Zamora se quede sin comer".