La austeridad de la Iglesia de San Claudio de Olivares no restó ni belleza ni emoción a uno de los ritos más emblemáticos de la Semana Santa de Zamora.
La Hermandad de Penitencia Cristo del Amparo, más conocida como las Capas Pardas, celebraba la entrada de tres nuevos hermanos.
La misa precedió a un rito con una iglesia llena, con los cofrades ataviados con capas pardas y los nuevos hermanos esperando con emoción contenida ser "tapados" con ellas. No era para menos.