Treinta y siete. Y así, otro día de Año Nuevo, sumamos uno más a los años que llevamos sin el ferrocarril de la Ruta de la Plata.
Es cierto que hace mucho que dejaron de oírse promesas electorales de reapertura por parte de los partidos mayoritarios, pero nosotros seguimos contando anualidades hasta la vuelta del tren, porque entendemos que el tren debe volver. Los mismos que lo impiden hablan de buscar soluciones a la despoblación, pero cada vez es mayor, hablan del exceso de centralidad de Madrid, pero sólo mantienen y promueven una red radial, hablan de vertebración, pero el 90% del presupuesto ferroviario lo destinan al tren que sólo une los extremos, hablan de sostenibilidad, pero desguazan trenes convencionales y compran trenes de 10.000 caballos, hablan de rentabilidad, pero nos dan la red de Alta Velocidad más infrautilizada del mundo.
Hace 3 días los periódicos publicaban que el Gobierno de España le pedía a la Unión Europea retirar de la Red Transeuropea de Transporte, TEN-T, la conexión ferroviaria que uniría Plasencia, Salamanca, Zamora y León. Al día siguiente se publicó que el gobierno negaba haber solicitado la exclusión del tramo, y haría la petición para que la incluyesen.
En definitiva, Zamora sigue siendo ese lugar que está ahí, pero si pueden nos quitan del mapa, y literalmente. Pero tranquilidad, que también hay mapas de rutas para pasear, que es lo más sano que se puede hacer donde no hay mucho más. Ya que es fiesta, reflexionemos sobre cómo se las apañarían para pasear nuestros padres y abuelos, sin vías verdes. Sintámonos privilegiados, en otros sitios no hay vías que desmantelar.
