El cáncer de piel, la forma más común de esta enfermedad en todo el mundo, continúa creciendo a un ritmo alarmante en España. Solo en 2024, se diagnosticaron cerca de 21.000 nuevos casos en el país, lo que supone un incremento del 40% respecto a los datos de hace cuatro años, según los últimos informes sanitarios.
En el marco del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que se celebra este 13 de junio, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha puesto el foco en la necesidad de reforzar las medidas de protección solar, especialmente de cara al verano. La organización insiste en que una parte importante de estos diagnósticos podría haberse evitado con hábitos preventivos básicos.
El aumento se reparte entre dos tipos principales de cáncer cutáneo: los carcinomas y los melanomas. El primero, más frecuente, representó en 2024 más de 14.700 casos. Su evolución suele ser menos agresiva, pero puede dejar secuelas importantes si no se detecta a tiempo. En el caso del melanoma, se identificaron algo más de 6.000 nuevos pacientes, una cifra menor pero especialmente preocupante por su capacidad de diseminación y la dificultad de tratamiento en fases avanzadas.
La radiación ultravioleta (UV), procedente tanto del sol como de fuentes artificiales como las cabinas de bronceado, es el principal desencadenante de este tipo de tumores. Por ello, la AECC centra su campaña de este año en la necesidad de protegerse de forma adecuada frente al sol durante todo el año, no solo en vacaciones.
Este año, la campaña de prevención pone el foco en colectivos especialmente vulnerables: los más jóvenes, los trabajadores que desempeñan su labor al aire libre y los deportistas. El objetivo es concienciar sobre la importancia de usar protección solar, evitar la exposición prolongada durante las horas centrales del día y revisar con regularidad la piel en busca de posibles lesiones.