Si ayer ya se veían precios al alza a lo largo de la tarde lo de esta mañana era una auténtica locura.
Sin apenas ajos en la feria y con los precios subiendo hasta límites insospechados, la última ristra de la feria al menos hasta mediodía ha llegado a los 50 euros.
Una enorme ristra de 32 cabezas se la ha llevado una mujer que ha pagado esos 50 euros lo que supone un desembolso ponderado de más de 1,5€ por cabeza de ajo. Colas a la espera de reposición y furgonetas que se han vaciado rápidamente con compradores ávidos de adquirir el ansiado tesoro gastronómico.
Dos días de récord y de venta acelerada de ristras de ajos que han dado con un problema añadido en la zona de IFEZA la entrada y salida y la carga hasta los coches que se agolpaban en el parking. La ley de la demanda en este caso y la poca oferta llevaba a estos precios desorbitados para lo que estamos acostumbrados en los tradicionales ajos que se compran en San Pedro, y por ende en las Tres Cruces. Menos ajeros, menos ajos y aunque se hablo de 300.000 kilos de ajos, pocos parecen para una demanda que ha llevado a dejar desierta IFEZA de ajeros.
Ahora solo quedaban cebollas y alguna espera a reposición de mercancía que parece ser no se va a dar. La feria del ajo ha quedado reducida a día y medio y a la limpieza del vacunódromo que volverá a serlo esta segunda semana de julio, una semana en la que los zamoranos volverán a buscar su segunda dosis y también las nuevas inmunizaciones.
De momento contra los vampiros ya han quedado inmunizados los hogares de Zamora y de muchas zonas limítrofes, esperemos que el 2022 crezca la producción y como no se de la venta en las Tres Cruces lugar emblemático donde los haya para la venta de los preciados ajos de Zamora.
