"Nos han dejado Colgaos". Así de contundentes se han expresado las enfermeras y fisioterapeutas que se han concentrado en el centro de salud Santa Elena para protestar por el deterioro de la Atención Primaria.
Esta movilización pone en marcha una campaña que se alargará todo el año en todas las provincias de España. En diciembre de 2021 ya comenzaron las protestas en Madrid al paralizarse la Ley de Seguridad del Paciente.
Hoy, la protesta se centraba en la precarización de la Atención Primaria con unos profesionales de Enfermería "muy cansados que llevan dos años dándolo todo". Consideran que ante la contención de la sexta ola "nos olvidamos de quien ha estado ahí" con un déficit de enfermeras "importante".
Reclaman, además, la jubilación a los 60 años porque se trata de un colectivo "con cambios de turno y noches" que hace esencial el retiro profesional a esa edad.
Según María Ballesteros, secretaria provincial de SATSE, la pandemia del Covid-19 ha puesto de especial relevancia los numerosos problemas y deficiencias que la Atención Primaria de Castilla y León viene arrastrando desde hace muchos años, y que la Consejería de Sanidad ha sido incapaz de resolver, los cuales repercuten directamente en la atención sanitaria y cuidados que se deben prestar a la ciudadanía.

Una escasez estructural y crónica de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, falta de medios y recursos, sobrecarga y tensión asistencial continúa o el cierre de centros son los principales problemas que la crisis del Covid-19 ha agravado y que conllevan que las personas deban esperar días o semanas para ser atendidos presencialmente, “si es que los consiguen sin poner en riesgo la salud de las personas”, y, además, sin el tiempo de dedicación que a los profesionales les gustaría, o que ya no pueden beneficiarse de programas de prevención y promoción de la salud porque han sido pospuestos “sine die”.
Durante la concentración se recordó también el trabajo de las compañeras que trabajan en los centros sociosanitarios, como las de Virgen del Yermo, que se quedaron a dormir en el gimnasio para atender a los residentes en lo "peor de la pandemia" y nadie se "ha molestado en ir a ver como están". También las de las residencia de los Tres Árboles o la mixta de Benavente y Virgen del Castillo, todas esas profesionales que son "los grandes olvidadas", lamenta Ballesteros.