viernes. 29.03.2024

A los españoles no nos imponen vivir, nos imponen padecer, nos machacan a impuestos. Todo para el Estado. El pueblo apenas cuenta. Lo convocan a votar. Después se olvidan. A los zamoranos, que todavía somos españoles, nos cuesta vivir más que al resto de compatriotas, porque aquí se pagan las pensiones más bajas de toda España.

Nos pagan para sobrevivir, para ir tirando, para llegar, a duras penas a final de mes. Los ancianos zamoranos se les hace muy difícil respirar, disfrutar de la vida, porque los servicios básicos le comen sus pobres jubilaciones. La luz sube, y nadie explica por qué. El embalse de Ricobayo lo han secado.

Y tampoco conocemos las razones de Iberdrola. Barrunto que la multinacional lo habrá hecho para ganar dinero, nunca para favorecer el medio ambiente, ni tampoco para dar satisfacción a los zamoranos, a los vecinos de los pueblos que padecen esta desertización artificial. A los pensionistas zamoranos les cuesta la luz más que a los grandes directivos de Iberdrola, que no deben pagar ni un euro por el aire acondicionado del que disfrutan en sus mansiones y oficinas, como las de Valladolid, adónde fueron a parar los que ejercían su labor para la compañía hidroeléctrica en el edificio, ahora vacío, de la calle Pablo Morillo.

A los jubilados zamoranos cada kilovatio les provoca una herida en el alma por la que se desangra sus ganas de vivir. A los mayores zamoranos, a los que defiende mi partido, el que ahora represento en esta provincia, Tercera Edad en Acción, las formaciones políticas clásicas les tienen olvidados.

Solo los recuerdan para jugar con ellos en las elecciones legislativas. Después, les suben las pensiones dos euros, una forma de hacer caridad, de propiciar el engaño, de demostrar cómo se vive de mal cuando se cobra una jubilación miserable después de haberte partido el espinazo durante más de cuarenta años de tu vida, mal vivir, mal comer, mal morir. Hoy, 12 de agosto, es el día que más ha subido la luz en España, un 188%. Y el Gobierno de los sencillos, de los humildes, de las pobres, lo consiente.

Quizá es que esperan, una vez dejada la política, a ocupar un puesto en algún consejo de administración de las empresas que venden energía. Al parecer, hay más de 20 ex políticos que ocupan puestos de privilegios en esas grandes mesas de multinacionales como Iberdrola. Son los mismos. Se pagan favores. Hoy por ti mañana por mí. Quizá no sepan ni el PP ni el PSOE que los pensionistas zamoranos no saben qué es eso del aire acondicionado, del que disfrutan en los despachos de las instituciones que ocupan.

Los jubilados con pensiones miserables pasan mucho calor en verano y mucho frío en los meses gélidos, cuando la niebla, cuando la escarcha y la helada. Los pensionistas zamoranos ya dan hasta con miedo la luz cuando el sol se despide por las Pajarrancas de la capital y de los Arribes del Duero para irse a dormir al Atlántico. Tercera Edad en Acción, si alguna vez alcanza el poder u obtiene representación en los distintos parlamentos, regionales, o nacionales, acabará con los privilegios de los políticos y de las multinacionales de la energía, como Iberdrola, la empresa que anegó los mejores valles de Sayago y esquilmó a Zamora su futuro industrial

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