Zamora vive pendiente del bombo cuando el sorteo todavía no ha terminado y la provincia ya puede celebrar la fortuna. El tercer premio, correspondiente al número 90693 y dotado con 50.000 euros al décimo, ha sonreído a varios puntos del territorio, concretamente a la calle Santa Clara número 14 de la capital, a Quiruelas de Vidriales y a una administración de Benavente, confirmando, una vez más, que la suerte también sabe repartirse.
Como cada año, los números más demandados han sido los de siempre. El terminado en 25, por el año, y el 13, por aquello de la superstición que nunca falla, vuelven a figurar entre los más vendidos. Sin embargo, esta edición deja también espacio para las sorpresas.
En la administración de lotería del centro comercial Valderaduey, uno de los números considerados “raros”, el 00019, se agotó por completo mucho antes de que finalizara el sorteo. No llevaba fecha señalada ni superstición asociada, pero despertó un interés inmediato entre los clientes.
“Lo vieron, les gustó y se lo llevaron”, explica Alberto González, responsable de la administración, que reconoce que contaban con varias series y que todas se vendieron con rapidez. “No es un número habitual, pero precisamente por eso llamó la atención”, añade.
Entre premios repartidos y números singulares, Zamora vuelve a demostrar que la Lotería no solo se juega por estadística o tradición, sino también por intuición. Y a veces, los números menos esperados son los que más corren antes de que el sorteo diga su última palabra.