jueves. 28.03.2024
Woman holding hand near toilet bowl - health problem concept
Woman holding hand near toilet bowl - health problem concept

La Urología funcional femenina engloba diferentes patologías urológicas que requieren una atención especializada, como son los trastornos asociados a la incontinencia urinaria, alteraciones en el vaciado vesical, prolapso de órganos pélvicos e infecciones urinarias de repetición, entre otros.

El Dr. Javier Romero-Otero incide en la importancia que tiene la Urología Funcional Femenina, y las ventajas que conlleva complementar la atención urológica con la del ginecólogo y el fisioterapeuta: “El urólogo es el cirujano del aparto urinario, además del cirujano del aparato reproductor masculino. Riñones uréteres y vejiga tenemos todos. Litiasis urinarias, infecciones de repetición, incontinencia urinaria tumores de riñón o de vejiga. Ginecólogos, urólogos y fisios debemos trabajar en común para un buen estado de salud de la mujer”.

Y es que las razones por las que una mujer debería ir al urólogo son muchas, empezando por la de mejorar su calidad de vida y detectar a tiempo patologías que, sin ser atendidas de manera adecuada y a tiempo, pueden revestir de mucha gravedad:

Prevenir y tratar adecuadamente la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es una patología urológica que afecta a más de 6 millones de hombres y mujeres en nuestro país y que deteriora su calidad de vida. En concreto, tiene una prevalencia media estimada del 24% en mujeres, y de hasta el 30-40% en mujeres de mediana edad. Existen varios tipos -de esfuerzo, de urgencia, mixta o por rebosamiento- y su aparición se suele relacionar, en la población femenina, con embarazos múltiples, histerectomías o mala forma de suelo pélvico, envejecimiento o partos.

Aunque no implica un aumento en la mortalidad de las personas que la padecen, sí deteriora significativamente su calidad de vida. Tal y como señala el Dr. José Medina Polo, responsable de la Unidad de Urología Funcional-Femenina de ROC Clinic “la incontinencia limita la autonomía y reduce la autoestima. Sin embargo, solo un 28,4% de quienes la padecen consulta con los especialistas, en parte por vergüenza o por creer que es un proceso normal de la edad o que no tiene importancia”.

Solucionar las infecciones de orina

Son el segundo motivo más frecuente de atención médica, estimándose que el 40% de las mujeres mayores de 18 años padecerán al menos una infección de orina en su vida.

Entre los factores de riesgo de infecciones urinarias se incluyen las relaciones sexuales, la utilización de dispositivos intrauterinos (DIU), mujeres menopaúsicas y ciertas enfermedades como diabetes mal controlada.

Ahora bien, en algunas ocasiones las infecciones de orina se cronifican, requiriendo estos casos una especial atención por parte del urólogo. “En aquellos casos en los que las infecciones de orina se están repitiendo con varios episodios anuales y se produce un proceso inflamatorio a nivel vesical, se puede recurrir a la inmunoterapia o a las instilaciones. La primera de ellas intenta fortalecer el sistema inmune de la mujer con infección de orina; la segunda, las instilaciones endovesicales, ayudan a regenerar la capa protectora de la mucosa vesical que se afecta por las infecciones, y así prevenir que las bacterias vuelvan a invadir las células vesicales”, indica el Dr. Medina.

Tratar la litiasis urinaria

La litiasis urinaria, conocida como piedras o cálculos, es una enfermedad urológica muy frecuente, con una incidencia en España, de 0,7%, con una prevalencia del 4,5% (prevalencia en el 4,8% de hombres frente a 3,8% en mujeres) y un pico de máxima frecuencia entre la tercera y la quinta década de la vida.

Esta patología se manifiesta habitualmente en forma de crisis reiteradas de cólico renal y genera un elevado número de consultas médicas y de ingresos hospitalarios con gran repercusión económica y social, así como en la calidad de vida del paciente.

En cuanto al abordaje terapéutico de la litiasis, los expertos de ROC Clinic señalan que han de tenerse en cuenta factores como la localización de la piedra, su tamaño, su dureza, factores anatómicos del paciente o enfermedades asociadas para personalizar el tratamiento a cada caso.

Detectar prolapsos de genitales

El prolapso de vejiga o cistocele es el descenso de la vejiga a través de la vagina. Esta patología se puede asociar a síntomas urinarios como la incontinencia u obstrucción urinaria, las infecciones de orina o la urgencia para miccionar.

Otros órganos pélvicos pueden sufrir este prolapso, como el caso del útero, la vagina o el recto. Se estima que 1 de cada 3 mujeres presentarán esta patología a lo largo de su vida, siendo algunos de los factores de riesgo la obesidad o los partos vaginales. Una visita al urólogo a tiempo y el abordaje conjunto desde la urología, la fisioterapia y la ginecología permite a las pacientes recuperar la funcionalidad de su aparato urinario y recuperar calidad de vida, incluyendo también la vida sexual.

Diagnosticar de manera precoz tumores urinarios

Los cánceres urológicos más comunes en las mujeres son los de vejiga y riñón, pero también se pueden desarrollar malignidades en los uréteres, la uretra y la glándula suprarrenal.

Los tumores de vejiga tienen como síntomas en una fase temprana la presencia de sangre en la orina, ganas de orinar, miccionar con dolor o escozor, flujo débil de la orina y cambio de color de esta. El cáncer de vejiga es uno de los cinco tumores con mayor incidencia en España y según la SEOM, Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que se diagnosticará a 22.295 personas en 2022 en nuestro país. Según estos datos, 4.303 mujeres serán diagnósticas de cáncer de vejiga durante el presente año.

Por su parte, se estima que en 2022 se diagnostiquen más de 8.078 casos de cáncer de riñón en España en total, 2.506 de esos casos se darían en mujeres. El cáncer de riñón no provoca síntomas en fase temprana y se suelen descubrir de forma accidental a través de síntomas como sangre en la orina, dolor de espalda y en los costados, pérdida de peso injustificada, cansancio constante y fiebre intermitente.

Dada la similitud de algunos de los síntomas de estos dos tumores con los asociados a las infecciones de orina, resulta clave la visita temprana al urólogo nada más detectarlos. De esta forma, si se trata de una simple infección, el especialista podrá tratarla de manera inmediata y, en el caso de que el diagnóstico detecte la presencia de un tumor, al haberse hecho de manera precoz, el pronóstico será mucho más favorable.

Cinco motivos por los que las mujeres deben visitar al urólogo