Basta prestar atención para notar que las tendencias en la moda han cambiado mucho desde la pre pandemia hasta la actualidad. Varias de las prendas que eran comunes en ese entonces prácticamente han desaparecido, mientras que otras se han posicionado entre las favoritas del cliente. Sin ir más lejos, hoy vamos hablar sobre cómo los leggings y las sudaderas desplazan a la ropa formal.
Es que el público parece estar decantándose por los leggings y las sudaderas baratas en vez de ir a por la ropa formal más costosa. Un cambio de paradigma que tiene varias explicaciones, muchas de las cuales están relacionadas con los nuevos estilos de vida acompañados, claro está, por las generaciones más jóvenes que entienden que la ropa debe ser cómoda antes que "elegante".
Las predicciones de los expertos se cumplen
Ya cuando el coronavirus comenzaba a ser controlado por la humanidad, los especialistas advertían que estas tendencias orientadas hacia las prendas más holgadas iban a dominar la moda de los próximos años. Y esas predicciones se han cumplido sin fallas.
Acostumbrados a pasarse el confinamiento sin seguir tantas restricciones ni recomendaciones sobre cómo vestirse, naturalmente quienes tienen la posibilidad de continuar usando prendas más sueltas que ajustadas han decidido adoptarlas ya de forma definitiva.
Incluso las grandes marcas han debido inclinarse a los modelos con un evidente sesgo deportivo. Por caso, Givenchy o Balenciaga. Los pantalones de ciclista y el neopreno aparecieron como protagonistas de las grandes pasarelas internacionales cuando eso hubiera resultado impensable hace sólo una década. Un símbolo de cómo los tiempos han cambiado en materia de moda.
El athleisure, como llaman los ingleses a esta tendencia de utilizar ropa deportiva en momentos y circunstancias más formales, parece haber conquistado a unos consumidores que no sólo expresan otros gustos al vestirse sino también al elegir sus prendas.
Las claves detrás del cambio de paradigma están en que los jóvenes piensan más en los ratos fuera del trabajo que en la oficina, sumado a que estos productos son más seguros, más cómodos y en numerosas ocasiones representan una mejor inversión.
A partir de ello, se estima que el mercado de prendas deportivas para uso diario representará 550.000 millones de euros en 2024. Nunca antes la ropa diseñada para la práctica de actividades lúdicas había tenido una trascendencia tal dentro de este sector.
No sólo asunto de hombres
Y otro aspecto que vale la pena reseñar es que si históricamente la ropa deportiva se había relacionado más con los hombres, recientemente las mujeres están optando por estas alternativas casi a la parte que los consumidores masculinos. Curiosamente, prendas asociadas a los ejercicios más "femeninos", como las del yoga, están siendo compradas por hombres menos prejuiciosos.
Esto nos lleva a concluir por qué los leggings y sudaderas están desplazando a la ropa formal. Son múltiples las ventajas que tienen respecto a las opciones más clásicas, al menos desde el punto de vista de los sub 30 y de algunos que ya sobrepasan esa edad.