Estamos acostumbrados a escuchar la “Regla de las 3R” (Reducir, Reciclar y Reutilizar) para cuidar el medioambiente y cada vez la tenemos más asumida en la cotidianidad. Pero, ¿realmente la extrapolamos a todas las acciones de nuestra vida? El turismo es una de ellas y, aunque todavía queda bastante por hacer, la sostenibilidad se está convirtiendo en una norma para muchos viajeros ¿Eres tú uno de ellos?
El turismo sostenible es una de las mayores tendencias de nuestros tiempos. Tanto así, que las reservas han aumentado un 115%, según datos de Weekedesk.es, portal de escapadas temáticas.
¿Viajar de forma responsable requiere tantos sacrificios como puede parecer? ¡En absoluto! Llegar a ser un viajero sostenible ahora es más sencillo de lo que se puede imaginar, sólo debes introducir ciertos cambios de hábitos para lograrlo. Weekendesk.es, por el Día Mundial del Clima que se conmemora el 26 de marzo, desvela las claves para un verdadero ‘turista eco’ sin renunciar al disfrute y descanso propios de unas vacaciones:
Usa transporte ecológico. El transporte es una de las fuentes más grandes de contaminación y cualquiera puede ayudar a reducir sus efectos sobre el medio ambiente eligiendo el transporte verde, en lugar del tradicional para desplazarte hasta tu destino sostenible. Algunos ejemplos de transporte sostenible para usar en los desplazamientos de tus viajes pueden ser caminar, una bicicleta, transporte público o viajes compartidos en coches ecológicos. Tu misión: reducir al mínimo la huella de carbono.
Viaja cerca de casa. El viaje comienza por el desplazamiento y para ello es esencial saber escoger, no sólo el transporte sino el destino, ya que mientras más cerca viajemos de casa menos huella de carbono dejaremos. Un verdadero ecofriendly se decanta por las escapadas de fin de semana al pueblo de al lado o a esa montaña que contemplamos desde la ciudad todos los días cuando vamos a trabajar. Y todo esto tiene más beneficios de lo que te imaginas: además de reducir el impacto ambiental fomentaremos el turismo doméstico y la producción local.
Duerme en plan responsable. El alojamiento es pieza clave y en lo que más se fijan los turistas ecofriendly. En esto ponen atención hasta en el más mínimo detalle: utilización de recursos, origen de los alimentos, sistemas de iluminación… todo un check-list en el que no se puede omitir nada ¿Y el gasto? Es lo secundario, tanto es así que el gasto medio ha aumentado un 22%, alcanzando los 184 euros por paquete, según Weekendesk. Para ellos el cuidado del medioambiente no tiene precio.
¡Cuida de la naturaleza, pero también de ti! Ser un turista sostenible no significa renunciar a los placeres de la vida, por el contrario: vive a plenitud, pero siempre de forma responsable. Este tipo de viajeros disfruta de la vida más de lo que parece y es amante de cualquier experiencia que se traduzca en bienestar. Los ecocentros, balnearios, spas, masajes, sauna… son parte de su rutina de vacaciones y suponen el 24% de las reservas, según Weekendesk. Algunos aprovechan para recorrer sitios culturales aprovechando la riqueza patrimonial. Mimetizar con el entorno es la meta.
Siempre en conexión con la naturaleza. Un entorno natural, apartado de los grandes centros urbanos, garantiza una experiencia única de interacción con la madre tierra. Excursiones, rutas de senderismo, escalada, acampadas… son algunas de las actividades que deberían figurar en la agenda de cualquiera que se precie de ser un viajero sostenible.
Come como un eco-foodie en toda regla. Una de las mayores preocupaciones de estos viajeros es la procedencia de los productos que consume. De ahí, su enorme preferencia por la comida realmente local y hecha con productos realmente naturales.