A primera vista parece una imagen tierna. Una mujer que cocina al aire libre años atrás. Sin embargo, se trata de una imagen más que perturbadora.
Leonarda Cianciulli vivía en la provincia de Avellino, en Italia. Y todo aquello que parece normal en la fotografía, no lo es. No está cocinando algo común que haría cualquier abuela.
En su gran olla, no está haciendo un potaje. Sino jabón. Jabón con personas a las que había asesinado. Mataba a sus víctimas y las descuartizaba, posteriormente, en una olla con sosa cáustica las derretía hasta convertirlas en jabón. Asesinó a sus tres mejores amigas; Francesca Clementina Soavi, Virginia Cacioppo y Faustina Setti.
A Leonarda no se le conoce como una abuela entrañable, sino como a “la jabonera de Correggio”. Fue condenada a 30 años de prisión; murió en 1970 a causa de una hemorragia cerebral.
