"Ni siquiera nos han llamado para sentarse a negociar", señala María José de la Iglesia, presidenta del Comité de Empresa de Siro en Toro. Ante esta fatal de "voluntad negociadora", los 300 empleados de la fábrica estudian medidas más drásticas tras las vacaciones de verano para seguir luchando por la mejora de las condiciones laborales.
Por el momento, hoy han reanudado los paros que secundan cada miércoles de junio al inicio de cada turno, es decir, de 6 a 8 de la mañana, de 14 a 16 horas y de 10 a 12 de la noche.
De la Iglesia explica que la empresa plantea un incremento salarial de 0.8% para 2020 y del 1,2% para 2021, pero este aumento conlleva "la flexibilización de las vacaciones", lo que significa que "nos pasan de un turno a otro y algunos trabajadores verán bastante mermada su nómina".
La presidenta del Comité de Empresa considera que Siro puede "asumir más incremento salarial" y adelanta que las protestas continuarán todos los miércoles de este mes hasta que la empresa se siente "a negociar". Si pasadas las vacaciones de verano no hay acuerdo, a partir de septiembre los trabajadores se plantearían medidas "más drásticas" para exigir sus derechos.
Durante los paros han estado presentes trabajadores del Comité de Empresa de la fábrica de la compañía ubicada en Aguilar de Campoo, en solidaridad con los trabajadores de Zamora, poniendo puntos en común, ya que su situación es muy similar.
