Martes Santo y a las 21:30h. desde el Real Monasterio de Santa Clara comenzó la procesión del traslado del Santo Ecce-Homo o hombre atado a la columna como originariamente debería llamarse, organizado por la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. Portado a hombros también por los hermanos de esta misma cofradía, a este paso le custodiaron el Jesús del Perdón delante y la Cruz Desnuda atrás.
Desde Zamora, debido a que en el año 2019 dejaron este convento, las madres Clarisas concedieron el permiso a los abades en ejercicio para que este paso pueda trasladarse de iglesia para que pueda acudir a su cita de Viernes Santo, permiso que fue concedido por el capellán de la cofradía.
Al paso de la Banda de Música la Lida y la de Tordesillas recorrieron Santa Clara para seguir por Plaza de San Julián de los Caballeros, continuó por la calle El Sol, Santa Marina, Arco del Reloj, Puerta del Mercado, Plaza Mayor, Bollos de Hito, San Lorenzo, Rejadorada, Rúa de Santa Catalina, Plazuela de Jesús Nazareno y La Soledad y finalizó en la Iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina cerrada la noche al son del himno nacional.
El Santo Ecce-Homo ya descansa junto a sus compañeros de procesión en la Iglesia de Santa Catalina a la espera de la madrugada de Viernes Santo. Una imagen de autor anónimo y de mucho significado para la Semana Santa Toresana debido a ser la única que sobrevivió en aquel fatídico incendio del año 1958 tras encontrarse en el convento de las Clarisas.