Durante todo el día de Sábado Santo, desde las 11.00 horas, la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina acogió uno de los actos singulares de la Semana Santa de Toro, la Vela a la Santísima Virgen de la Soledad por parte de las integrantes de la Asociación de las Damas de la Soledad, organizadora de los actos de Sábado Santo, que cuenta con más de 500 asociadas, y a la que pudieron asistir también cuantas fieles y devotas así lo desearon.
Por la tarde, a las 19.00 horas, dio comienzo el tradicional Vía Crucis, que fue dirigido por el párroco local Roberto Castaño, quien, a lo largo del oficio religioso se dirigió a Cristo en cada una de las Estaciones, y al mismo tiempo que recordaba sus pasos hacia la muerte en la Cruz, también recordaba a todos aquellos que le siguen.
El acto en el templo concluyó con la bendición y la imposición de la Medalla de Damas de la Soledad a las nuevas asociadas. Seguidamente, la presidenta de las Damas de la Soledad, Mª Canto Marcos, acompañada de la Junta Directiva de esta Asociación, solicitó el permiso de los Abades en ejercicio de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla para sacar la imagen de la Virgen en procesión por la ciudad de Toro.
Concedido este permiso, dio comienzo la procesión, con la salida de la imagen de la Virgen de la Soledad, que recorrió la calle Vicente González Calvo, plaza San Francisco, calle Concepción, plaza de Santa Marina, calle Puerta del Mercado, calle San Lorenzo y calle Rejadorada, hasta regresar al templo de Santa Catalina, en cuya entrada se cantó la Salve a la Virgen. En todo momento estuvo acompañada por las notas de la Banda Municipal de Música "La Lira".
En las calles se reunieron numerosos fieles, que pudieron sentir la gran devoción de los toresanos por la Soledad, la madre que sufre y llora la pérdida de su hijo, y que en la noche de Sábado Santo se vio arropada por su cariño y su respeto.
La Virgen de la Soledad procesiona vestida totalmente de luto, cubierta con un manto de terciopelo negro azulado que tiene estrellas bodadas en azabache. Por su parte, las asociadas deben realizar el recorrido vestidas de luto y con la medalla de la Soledad, o el escapulario, así como una vela para alumbrar a la Virgen. En cuanto a la medalla, distintivo de la Asociación, muestra en su cordón los dos colores de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, el negro y el morado.