El románico de la Colegiata de Toro brilló el 24 de junio de 2023 con la luz propia de la ordenación diaconal de José Manuel Chillón. Un templo abarrotado de familiares, amigos, compañeros y fieles fue testigo de este nuevo tiempo en el que la iglesia diocesana se abre, por segunda vez en menos de un año, al ministerio del diaconado permanente. Antonio Vela fue el primero en recibirlo, ahora José Manuel y vendrán otros que ya han iniciado el proceso de formación y discernimiento.
Todo un regalo para una diócesis en la que, como dijo el obispo en el decreto de constitución del diaconado permanente, este ministerio "enriquece de manera importante la misión de la iglesia" y fortalece a quien lo recibe "por la imposición de las manos, transmitidas ya desde los apóstoles".
Una vez que José Manuel Chillón fue presentado, y confirmada su elección como candidato al diaconado permanente, Monseñor Valera pronunció la homilía. Quiso el obispo agradecer a José Manuel la respuesta generosa a la "elección que Dios por medio de los medios pobres de la Iglesia" le ha concedido.
Tras la homilía, se levantó el elegido y, poniéndose de pie ante el obispo, manifestó ante el pueblo su voluntad de recibir este ministerio y de comprometerse a las obligaciones propias del diaconado permanente. A continuación, Monseñor Valera pidió a Dios Padre todopoderoso que derramase la gracia de su bendición sobre el que ha sido llamado al Orden de los diáconos, que se postró en tierra, mientras la asamblea cantó las letanías.
Después de implorar la intercesión de los Santos, llegó el rito esencial del sacramento del orden. Fernando Valera impuso sus manos sobre la cabeza del ordenado, e hizo la oración consecratoria específica pidiendo a Dios la efusión del Espíritu Santo y de sus dones apropiados al ministerio para el cual el candidato es ordenado.
Terminada la imposición de manos, llegó la vesticion con la estola cruzada sobre el pecho y la dalmática de José Manuel. Seguidamente el obispo entregó el libro de los Evangelios ya que como diácono permanente es el ministro propio de la proclamación del Evangelio.
Desde este momento, José Manuel Chillón tiene como destinatarios la atención a los pobres, la proclamación del Evangelio y el servicio del altar. Así mismo, puede administrar el bautismo, bendecir los matrimonios y presidir las exequias. También dirigir la oración dominical en ausencia de sacerdotes.
La diócesis cuenta ya con otro diácono permanente. Tal y como el mismo José Manuel ha manifestado "mi vida en principio no cambiará mucho porque seguirá haciendo sus tareas profesionales propias y dedicándose de manera preferente a su familia, pero es evidente que la diaconía me aportará una perspectiva nueva". Una nueva manera de ser y de estar que, de facto, ya se explicita en el servicio de la administración de los bienes diocesanos que se le ha encomendado.