La Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla ha vivido una inédita bendición de los Conqueros en su historia. Por primera vez se ha procedido a abandonar la habituar tradición del beso a la insignia, a la que sólo se ha permitido tocarla, en una muestra de cariño que se queda para los hermanos y cofrades lejos del sentimiento fervoroso de este acto.
La celebración del acto en la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina ha tenido lugar justo tras la bendición de los también llamados "cagalentejas", la entrada de los nuevos hermanos a la cofradía de Jesús Nazareno y ánimas de la Campanilla a la puerta de la iglesia.
Los tiempos han obligado a cambiar una de las tradiciones más arraigadas en la Semana Santa toresana, siguiendo las recomendaciones de la autoridades sanitarias en un año en elq ue, pese a recuperar todos los actos religiosos, sigue imperando la prudencia y la responsabilidad por el bien común.
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