El pasado viernes, la ciudad de Toro acogió un multitudinario acto informativo sobre la instalación de macroplantas de biogás en el alfoz, en el que participaron cerca de 150 asistentes. La sesión, organizada por la Plataforma Stop Biogás Villardondiego-Pozoantiguo y Ecologistas Zamora, contó con las ponencias de tres técnicos independientes pertenecientes a la plataforma “Zamora en Pie”, que explicaron en detalle los riesgos que podrían derivarse de este tipo de proyectos.
Durante las intervenciones, los especialistas expusieron datos sobre los posibles efectos nocivos para la salud humana, como problemas respiratorios, aumento de enfermedades cardiovasculares y de casos de cáncer, así como el deterioro del medio ambiente y de la agricultura por la contaminación de aguas, presencia de partículas tóxicas, malos olores o afectación a los suelos. El público mostró sorpresa ante la información recibida y reclamó una mayor implicación de los ayuntamientos de la zona, cuya oposición consideran “necesaria”.
Uno de los puntos más controvertidos es la ubicación de la proyectada macroplanta de Villardondiego, promovida por Biorig Energy Villardondiego - Zamora, S.L., que se levantaría en una parcela de secano propiedad del alcalde de la localidad, junto a la carretera Toro-Pozoantiguo y colindante durante 300 metros con el arroyo Adalia, afluente del Duero. Según los expertos, esta localización incrementaría los riesgos de contaminación de aguas, cuestión ya trasladada a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
El proyecto ha generado una fuerte contestación social, con más de 1.200 alegaciones presentadas en contra, un dato que las plataformas califican como “hito de oposición ciudadana”. Pese a ello, colectivos críticos con la iniciativa lamentan que ayuntamientos como el de Toro aún no se hayan posicionado oficialmente, pese a la afección que podría tener para el término municipal, sus habitantes y la imagen de la ciudad.
La plataforma ha enviado información detallada a los consistorios del entorno y a más de 70 bodegas de la Denominación de Origen Toro, advirtiendo de los efectos negativos que, a su juicio, estas plantas podrían ocasionar sobre los cultivos, el suelo agrícola y la reputación de los vinos de la zona.