La cita era un hándicap a cuenta del tiempo puesto que hubo que cambiar la ubicación debido a la posibilidad de que Lola hiciera un desastre de un Festival más que deseado por los 300 jóvenes que pudieron disfrutar de una forma más que ordenada de un concierto genial y que marca un antes y un después en la ciudad de Toro tras mas de un año de pandemia.
El concierto más numeroso posiblemente de todo este periodo y que llevo al no hay entradas semanas antes de confirmar un cartel atractivo para un tipo de público que deseaba darse un festín de música comercial donde las haya y divertida como ella sola.
Jóvenes venidos de muchas provincias de la comunidad, un par de autobuses de León y Burgos, también muchos fans de Benavente, otros tantos de Zamora y la mayoría de jóvenes de Toro de edades comprendidas entre los 16 y 29 años han dado rienda suelta a un concierto en el que los cabezas de cartel pusieron el antes y el después de este periodo pandémico.
Ordenados, en perfecta conjunción con los preceptos marcados por una estupenda organización y bajo la atenta mirada de Protección Civil de Toro con su jefe a la cabeza, además del apoyo de la Policía Municipal y Guardia Civil que desde primeras horas de la mañana ya hacían su trabajo de control de accesos y llegada a la capital del vino de la provincia de Zamora.
La jornada del sábado ha sido para Toro y sus jóvenes de matricula de honor al civismo y a la responsabilidad definitiva, así lo hacía saber el Alcalde de la localidad Tomás del Bien y los concejales del equipo de gobierno que hoy han dado un aplauso sordo a la juventud toresana.
Imposible no marcar con los pies y con alguna levantada que otra la música que llena dispositivos móviles y portátiles con dos hermanos que a parte de marchosos y simpáticos mantienen una más que importante generosidad con el público.
Su primer concierto en este periodo de pandemia en el que las agujetas saldrán mañana tras un verdadero esfuerzo por auto "distrufarse" en un escenario que llenaron no solo los FUNZO & BABY LOUD, sino también todos y cada uno de los grupos y solistas que lo dieron todo y así lo agradecieron los 300 espectadores de este éxito de la organización del Wild Life festival de Toro en esta edición pandémica.
Hoy jóvenes y protagonistas en el escenario dormirán compartiendo vídeos y directos en las redes sociales tras sudar la camiseta en un Pabellón Municipal que será presa de más conciertos de esta índole, puesto que tras ver el comportamiento de los jóvenes no queda más que felicitarles por mantener el tipo y de que forma.
