
Tras la salida de las casas de los participantes que se esperaba con expectación, los contrayentes, ataviados con sus trajes de época y tradición junto con la la comitiva se encaminaban paseaban por las calles de Toro y desfilaban hacia el ayuntamiento donde les esperaba la ceremonia tradicional.
Tras promesas y celebraciones, Iván y Naiara cumplieron con una tradición muy arraigada al municipio. La jornada transcurrió con alegría y expectación, tras su compromiso, desfilaron por las calles de la ciudad hasta llegar a la Plaza de Toros donde hicieron un baile con sus acompañantes y amigos.
Después, volvieron al consistorio donde les esperaba el convite situación tradicional que cierra esta jornada infantil. Los jóvenes cumplieron su promesa y se casaron "de forma simulada" tal y como marca esta tradición de un carnaval de Toro que ha sacado a la calle a sus vecinos y ha llenado bares y restaurantes de visitantes y familias que retornan para estas fechas tan señaladas.