La mañana de este martes ha arrancado con una ofensiva crucial contra el incendio que arrasa Sanabria. Tras la bajada de temperaturas y la mejora de la visibilidad, los equipos de emergencias han puesto en marcha una contrataque aéreo que pretende frenar el avance de las llamas en el Cañón de Forcadura, uno de los focos más complicados del siniestro.
En el operativo participan seis hidroaviones ligeros y tres helicópteros, que concentran sus descargas de agua sobre la lengua de fuego activa. El objetivo es reducir su intensidad y permitir que los efectivos puedan continuar las labores de control y extinción.
La actuación de los medios aéreos se considera clave para impedir que el fuego se acerque a las casas y pueblos de la zona, muchos de ellos todavía desalojados como medida preventiva ante el avance de las llamas.
Aunque la situación es moderadamente favorable respecto a jornadas anteriores, la provincia de Zamora sigue inmersa en una lucha intensa contra un incendio que mantiene en tensión a vecinos y operativos. Las autoridades confían en que esta jornada pueda resultar decisiva para avanzar hacia la estabilización definitiva.
