El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha presentado el balance anual 2024 de la diócesis en materia de protección de menores y personas vulnerables, con un enfoque centrado en la prevención, la formación y la atención directa a víctimas de abusos. En un acto celebrado en la sede episcopal, Valera ha reafirmado el compromiso de la Iglesia zamorana con la “máxima transparencia, seriedad y compromiso” ante una cuestión que calificó de “prioritaria”.
Durante el año 2024, la Oficina Diocesana de Protección al Menor ha gestionado tres intervenciones relevantes. Los casos son los siguientes:
Primer caso: un sacerdote alertó sobre la conducta presuntamente inapropiada de otro clérigo con una menor. Se activaron de inmediato los protocolos establecidos, se aplicaron medidas correctoras y se notificó a la Fiscalía, que no abrió diligencias. Al sacerdote señalado se le apartó de cualquier función pública y se le impuso un decreto penal canónico preventivo.
Segundo caso: un voluntario de un proyecto educativo diocesano, vinculado a Cáritas, mantuvo comunicaciones inadecuadas a través de WhatsApp con un menor e intentó invitarlo a su domicilio. La diócesis actuó de forma inmediata apartándolo del proyecto y trasladando el caso a la Fiscalía, que acordó el archivo. La diócesis subrayó su “posición firme de protección al menor desde el primer instante”.
Tercer caso: una madre denunció al exmarido por presunto abuso sexual hacia sus hijas. Aunque el hecho no tenía relación directa con actividades eclesiales, la diócesis ofreció acompañamiento psicológico y asesoramiento legal.