La Policía Nacional libera a seis víctimas de explotación sexual prostituidas en un club de alterne de Zamora

Los dos detenidos obligaban a sus víctimas a prostituirse y contaban con la colaboración de ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguir, amedrentar, capturar y devolverlas al club si conseguían escapar

La investigación, que ha desarticulado la rama española de la organización criminal, ha recibido el apoyo de la Policía Judiciaria portuguesa

La delegada del Gobierno en Castilla y León,
Virginia Barcones, acompañada por el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco y agentes de la Policía Nacional
photo_camera La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, acompañada por el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco y agentes de la Policía Nacional

Agentes de la Policía Nacional han liberado a seis víctimas de explotación sexual y ha conseguido el cierre cautelar del club de alterne en el que las víctimas ejercían contra su propia voluntad. La operación ha permitido la detención de dos personas que ya han entrado en prisión provisional.

La investigación, que ha desarticulado la rama española de la organización criminal apoyada por la Policía Judiciaria portuguesa, permitió descubrir que los detenidos obligaban a sus víctimas a prostituirse tras un costoso viaje desde Brasil con engaños y falsas promesas de un trabajo que al llegar a España no era tal o no cumplía con las condiciones previamente acordadas. Una vez en el club, las mujeres vivían vigiladas, para lo que los detenidos contaban con la colaboración de ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguir, amedrentar, capturar y devolverlas al club si conseguían escapar antes de saldar "su deuda".

Así lo ha explicado esta mañana la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, acompañada por el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco. Ambos han condenado los hechos asegurando que "esta operación ha liberado de la esclavitud a seis mujeres, pero sabemos que quedan casos por identificar que nos obligan a ser trabajando en esta línea". 

El propietario del club de alterne era el principal responsable de la organización, encargado de financiar todos los gastos derivados del viaje de las víctimas así como la obtención de la documentación pertinente, como el pasaporte necesario para viajar de Brasil a España. Sus contactos en el país sudamericano eran los encargados de localizar a las víctimas a las que seleccionaban atendiendo a sus precarias condiciones familiares o personales pero también siguiendo un patrón físico, por lo que les pedían fotografías. 

La red criminal facilitaba la entrada en territorio Schengen valiéndose de ciudadanos de nacionalidad portuguesa con residencia en Portugal que emitían cartas de invitación a las víctimas. También las aleccionaban sobre lo que debían manifestar en la frontera para garantizar su entrada en Portugal. El traslado se realizaba vía aérea desde Brasilia a Lisboa principalmente, donde se les proporcionaba la carta de invitación. Allí las llevaban al local del propietario del club por carretera, aprovechando las dificultades que arroja el movimiento sin control por carretera a través de la frontera entre España y Portugal, lo que dificultaba la acción de la justicia, y por consiguiente, facilitaba la realización de su actividad delictiva.

El operativo se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la actividad que se realizaba en un club de alterne de la provincia de Zamora, destacando el apoyo que la investigación ha recibido en numerosas ocasiones de la Secçao Regional de Combate ao Terrorismo e Banditismo de la Polícia Judiciária de Portugal. 

En rueda de prensa, Barcones ha condenado este tipo de organizaciones y ha abogado por llevar a cabo una "operación integral" que también abarque la sensibilización social, la prevención y la reinserción de las propias víctimas porque "nadie se ofrece voluntariamente ser esclavo o esclava". Según el informe mundial de Trata de Personas de la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito que la mayor parte de estas víctimas son mujeres y niñas. En concreto, la trata y la explotación sexual de seres humanos afecta en un 96% a mujeres y niñas. 

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