La intervención de los bomberos voluntarios de Tierra de Campos fue inmediata, atacando el frente principal del fuego en sus primeros minutos. Posteriormente, y ante el riesgo de propagación, se sumaron dotaciones de bomberos de Benavente, reforzando las labores de extinción.
A pesar de la espectacularidad del humo y de que las llamas llegaron a afectar varias hectáreas, no se registró peligro para viviendas ni para la población del municipio. Tampoco se llegó a comprometer de forma seria la carretera cercana, aunque la columna fue visible durante horas desde varias calles del pueblo.
El aviso definitivo a Emergencias se produjo pasadas las 21:00 horas, cuando el incendio empezó a evidenciar descontrol. Gracias a la pericia de los equipos participantes, el fuego quedó finalmente sofocado sin daños personales.
Desde el entorno rural se insiste en un mensaje recurrente: las quemas en fincas de labor, incluso las que parecen inocuas, pueden descontrolarse en cuestión de minutos, especialmente en días secos y con viento. Una práctica que, mal ejecutada, puede traducirse en problemas mucho mayores.
Un nuevo susto que sirve como recordatorio: el campo no admite descuidos.