Varias pintadas hechas en las traseras del Teatro Principal, y en el edificio contiguo afean desde el pasado 28 de diciembre, las fachadas de ambos edificios, pintadas que se hicieron entorno a las 23:00 horas y que ya tienen sospechosos controlados por vecinos y viandantes.
Ayer jueves los emborronadores de paredes actuaban de nuevo tanto en el Teatro Principal como en las fachadas de casas colindantes.
Fue pasadas las 23:30 horas y ya se busca a los autores, dos personas que vestían chándal y que portaban un casco de moto fueron divisados por varios vecinos e increpados al percatarse del suceso. Los autores huyeron y ya se busca a los dos individuos que aprovecharon la noche para volver a atentar contra el patrimonio y los bienes ajenos, quizá la denuncia y acción ciudadana sea lo mejor para que conductas como la que anoche se vio de nuevo dejen de ser la dinámica de grupos descontrolados de jóvenes que intentan hacerse notar de una manera absurda puesto que tarde o temprano son descubiertos.
La controversia surge cuando quizá tengan más que perder con un cepillo y jabón durante unos meses limpiando fachadas por la capital que una multa que en muchas ocasiones ni siquiera lega a satisfacerse. Las cámaras siguen siendo una solución en lugares emblemáticos, aunque el vandalismo y los atentados contra el patrimonio tendrían que tener castigos ejemplares para que sirvieran de "terapia" a los que no tienen respeto alguno con el semejante.
