miércoles. 24.04.2024
Silla arrojada en la Plaza de la Marina
Silla arrojada en la Plaza de la Marina

Cada vez que se estrena mobiliario urbano en la ciudad, los ciudadanos hacen apuestas para ver cuántos días se mantienen en pie sin que los vándalos hagan de las suyas. 

No hay fiestas ni fines de semana sin actos vandálicos en una ciudad que se supone civilizada. El último ejemplo: el punto de reparación de bicicletas como punto estratégico de paso en la salida del camino de Santiago y la ruta Vía de la Plata que el Ayuntamiento de Zamora instaló en la Puerta de la Feria no ha cumplido ni 15 días. El pasado 15 de junio se estrenaba y esta mañana amanecía roto.

Otro ejemplo: la silla de un bar del entorno de la Plaza de la Marina que acabó en la fuente coincidiendo con el inicio de las fiestas de San Pedro. Y también en la Marina, aparecieron rotos los cristales de la marquesina del autobús urbano de la calle Leopoldo Alas Clarín.

Los más optimistas creen que se trata de una minoría, pero esa minoría va en aumento y cuesta mucho dinero a las arcas públicas. Zamora invierte miles de euros en limpiar las pintadas que ensucian toda la ciudad y en reparar el mobiliario urbano que no dura en pie ni una semana.

Estos destrozos callejeros, que normalmente se producen por la noche, no se producen por ningún tipo de reivindicación social. Se trata de puro gamberrismo, lo que es más preocupante.

El vandalismo se cuela en las fiestas de San Pedro de Zamora