La Banda de Cornetas y Tambores anunciaba pasadas las 11:30 de la mañana la salida de la Virgen de la Soledad de la iglesia de San Juan hacia la Catedral. La pandemia mantenía "encerrada" la talla en el templo desde el año 2020, hasta hoy, el día en el que La Soledad volvió a "tomar" las calles de la ciudad para ganar el Jubileo en una procesión extraordinaria y siempre acompañada por El Merlú y la Banda de Música de Zamora.
La talla fue colocada en su antigua mesa cedida por la Cofradía de Jesús de Nazareno de Villaralbo. Y aunque la situación epidemiológica ha mejorado todas las precauciones son pocas y la mesa de la Virgen, a ruedas, fue empujada solo por cuatro hermanos para que los cargadores pudieran mantener la distancia de seguridad.
Casi una hora después la imagen llegaba a la seo, dónde muchos zamoranos la esperaban "resguardados" al sol.
Ya en la catedral, el obispo Fernando Valera esperaba la llegada de la comitiva para oficiar una eucaristía antes de despedir a La Soledad, que lucía su sencillo manto de luto con el que permanece expuesta al culto, en su camino de regreso a San Juan, esta vez acompañada por la Banda de Música "Nacor Blanco". En el interior de la catedral la imagen recibió "los honores" del coro Sacro Jerónimo Aguado y del barítono Luis Santana, hermano de la cofradía.
