Tomás Rodríguez compartía hoy la emoción de entrar a forma parte de la Hermandad del Yacente con siete adolescentes que han tenido que esperar un año para recibir los medallones que les acreditan como miembros de la cofradía.
Para Rodríguez la espera ha sido más larga, nada menos que 55 años, pero hoy, en la Iglesia de Santa María la Nueva por fin se colgó el medallón de manos del Hermano Mayor de la Hermandad, Dionisio Alba.
Emocionado uno por recibirla y el otro por entregarla, la imposición del medallón a Tomás Rodríguez se convirtió en el momento más emotivo de un acto en el que a Dionisio Alba se le humedecieron los ojos tras abrazar al nuevo hermano, muy unido a su padre, el fallecido Dionisio Alba Marcos.
Los miembros del Cabildo Menor de la hermandad impusieron en el transcurso de una misa los medallones a los hermanos que este año acompañarán por las calles a la impresionante talla.
Fui un día de emociones. Al finalizar la ceremonia, el Hermano Mayor de la Hermandad obsequió con un detalle en agradecimiento a las cinco artesanas que han confeccionado y donado un nuevo paño bordado para la imagen del Santísimo Cristo.
