La Semana Santa en Zamora es un tiempo de fervor y tradición, donde la ciudad se sumerge en la solemnidad de sus procesiones y rituales religiosos. Sin embargo, este año, los cielos parecen jugar un papel protagonista, ofreciendo un escenario incierto para las celebraciones.
Al principio, la semana prometía días radiantes y temperaturas suaves, ideal para disfrutar de las actividades al aire libre y las procesiones que llenan las calles de la ciudad. Sin embargo, una repentina caída en las temperaturas al iniciar la semana desconcierta.
Los termómetros descienden hasta los 8 grados, marcando un cambio notable en el clima y llevando consigo la amenaza de la lluvia. A partir del martes, se esperan chubascos que podrían persistir hasta el sábado, poniendo en vilo los planes y la logística de las diferentes cofradías.
Ante esta situación, solo queda esperar y confiar en que la lluvia no empañe por completo la celebración de la Semana Santa. Los fieles y visitantes deberán armarse de paciencia y mantener viva la llama de la devoción, incluso bajo la sombra de las nubes y el susurro de la lluvia.