En un momento como el actual en el que no concebimos hablar de Zamora sin que nos venga a la mente una de sus decenas de murales que decoran las fachadas y laterales de edificios de toda la ciudad, uno sirvió de precedente con el sello inigualable de la Semana Santa y, más en concreto, de la procesión que sale a la calle cada Viernes de Dolores.
Y es que fue la Hermandad Penitencial del Espíritu Santo quien protagonizó allá por el año 2015 el primer mural que ocupaba buena parte de la pared medianera del edificio situado en el número 13 de la rúa de los Notarios, mirando hacia la cuesta del Mercadillo. Una pintura que coincide con el itinerario que la propia hermandad realizaba de regreso a la parroquia, tras el Acto de Proclamación de la Pasión del Señor en el atrio de la S. I. Catedral.
Ejecutado por Alejandro Pérez Carbajal y David Sánchez Cobos, "Land y Maker", el mural focalizaba todo el protagonismo sobre los cargadores, las andas y la mesa que soportan a una muy difuminada imagen del Santísimo Cristo en una composición piramidal y un trazo muy suelto que, por desgracia, ha desaparecido en un momento en el que la ciudad cuenta, la mayoría dentro del programa "Zamora Variopinta" de muralismo urbano.
Una obra que ya por entonces buscaba dar un sentido estético a una zona degradada en medio de solares y edificios en avanzado estado de deterioro. La obra fue "borrada del mapa" en el año 2018 ante la necesidad de acometer una serie de actuaciones de emergencia sobre el edificio que finalmente, fue derribado en 2022.
