viernes. 19.04.2024
Obispo emula la Última Cena
Obispo emula la Última Cena

El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha presidido esta tarde de Jueves Santo la misa de la Cena del Señor en la S. I Catedral. Con esta celebración de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo pascual y evoca aquella Última Cena, «en la cual el Señor Jesús en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también los ofreciesen».


En la celebración se pone el foco en tres acontecimientos que tienen su origen en la Última Cena: la institución de la Eucaristía, la institución del Orden Sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna. Por eso la Iglesia celebra el Jueves Santo el día del Amor Fraterno.


Durante su homilía el obispo ha puesto el acento en sentido de la existencia de los cristianos, radicada en la actitud de servicio generoso a los demás.


“Dios se manifiesta poniéndose a nuestro servicio y eso mismo revela el sentido de nuestra vida. Somos seres creados por Dios para servir a los demás; que ésa sea toda la obra de vuestra existencia. No seas autosuficiente”, ha subrayado el prelado.


Por otra parte, ha pedido a los cristianos que amen y vivan lo cotidiano de manera excepcional. “Vive tu familia, tu trabajo, vive con tus amigos... Amando y dejándote amar. Sirviendo a todo y a todos. Dios te ama. Haz de tu existencia una vida eucarística”.


También se recuerda el lavatorio de los pies, que manifiesta el servicio y el amor de Cristo, que ha venido “no a ser servido, sino a servir”.

Precisamente, el obispo ha lavado los pies a doce fieles en la nave central de la catedral, tal y como hizo el Señor en la Última Cena.

La celebración ha finalizado con el Sagrado Sacramento reservado en la capilla de San Ildefonso donde se encuentra el altar de plata.

El obispo evoca la última cena en una misa en la Catedral