Una semana después de cerrar sus puertas, el Museo de Semana Santa continúa vaciando su espacio de las tallas y grupos escultóricos que emprenden rumbo a sus hogares provisionales en el tiempo en el que se procede a la construcción del nuevo y ampliado Museo.
Durante la jornada de hoy han sido varios los furgones y camiones que se han trasladado hasta la plaza de Santa María la Nueva para trasladar todo el inventario escultórico que irá a parar a a San Andrés, San Esteban, Santa María de la Horta, el convento del Tránsito, San Vicente y a la panera de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Unos traslados que se han ido alargando desde inicios de septiembre, cuando abandonaban el Museo las mesas del Cristo de la Tercera Caída, de la Esperanza, de Nuestra Madre de las Angustias, del Nazareno de la Veracruz, entre otros pasos, con destino a la panera de la Cofradía de Jesús Nazareno hasta el local de la Junta Pro Semana Santa, recién restaurado.
Tras 18 días en la que los ciudadanos que acreditaran su nacimiento y/o residencia en Zamora han podido realizar sus últimas visitas gratuitas al Museo, este cierra sus puertas de manera definitiva y a la espera de su derribo y ejecución de la nueva obra que se construirá sobre la parcela en la que se asienta el actual y los solares colindantes que se han adquirido para ello, que aportará la Junta de Semana Santa de Zamora.
En diciembre de 2021, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento y la Junta pro-Semana Santa de Zamora firmaron un convenio que establecía la financiación de las obras, concretando que la Junta aportaba el 57 % y el resto a partes iguales entre la Diputación y el Ayuntamiento de Zamora.
