Tristeza y emoción en el Museo, pero también comprensión y apoyo a la directiva, que ha esperado hasta el último momento para suspender.
La Real Cofradía del Santo Entierro no podrá sacar la procesión a la calle a causa de las previsiones de lluvia de la Aemet, que no dan siquiera la opción de realizar un recorrido corto, opción que contemplaba la directiva que preside Graciliano Hernández del Río en caso de que el agua abriese una "ventana". La procesión, cuya salida estaba prevista a las 16.30 horas, quedaba suspendida tras el acto del Descendimiento, cuando el presidente informaba a los cargadores de los distintos grupos escultóricos de la imposibilidad de realizar el itinerario.
Emoción, pena, desilusión, pero también comprensión entre los cargadores y el equipo organizador del desfile, que ha arropado la decisión de la directiva, que ha esperado hasta el último momento para suspender, por lo variable de esta época primaveral, y después de celebrar el Descendimiento junto a la iglesia de Santa María La Nueva. Pero las previsiones eran claras.
A las cuatro menos diez de la tarde salían del Museo la Virgen de los Clavos bajo su palio negro y la antigua Urna, en la que sería depositada la imagen del Cristo articulado que en su día fue titular de la cofradía y que se recuperó para el rito del sermón. La lluvia, que se prevé intensa a lo largo de la tarde, ha hecho acto de presencia en los últimos momentos del acto y la directiva anunciaba la suspensión mientras la Virgen de los Clavos retornaba al Museo.
La tristeza y la desilusión se palpaban en el ambiente mientras hermanos, celadores, cargadores y directivos se abrazaban deseándose suerte para el próximo año antes de emprender el camino de regreso a casa con las túnicas de terciopelo negro aún puestas mientras los pasos, que este año lucían nuevas faldillas, quedaban definitivamente en el Museo con sus galas de procesión y unas flores que no han podido traer la primavera a las calles.
