El Jueves Santo en Fuentesaúco estuvo marcado por una profunda espiritualidad y devoción, a pesar de las adversas condiciones climáticas que impidieron la realización de la procesión de la Pasión. A pesar de ello, los fieles y cofrades, se congregaron en la Iglesia de San Juan Bautista para participar en los actos fundamentales de este día sagrado.
Desde tempranas horas de la tarde, la iglesia se llenó con la presencia de los fieles, así como del alcalde y los concejales del ayuntamiento de Fuentesaúco, quienes se unieron a la comunidad en esta celebración religiosa. La Misa de la Cena del Señor, celebrada bajo las bóvedas de San Juan Bautista, fue el punto de encuentro para todos los presentes.
Durante la ceremonia, los cofrades del Ecce Homo y los nazarenos participaron activamente en los rituales, destacando el lavatorio de pies y la reserva del Santísimo en el Monumento. Los nazarenos portaron los varales del palio bajo el cual se trasladó el Santísimo Sacramento, simbolizando así su compromiso con la fe y la devoción.
Tras la finalización de la Misa de la Cena del Señor, se esperaba que comenzara la Procesión de la Pasión, que estaba cuidadosamente preparada con la participación de diversas cofradías y hermandades, así como de autoridades locales y la banda de música. Sin embargo, las fuertes lluvias impidieron que este emotivo desfile se llevara a cabo, dejando a la comunidad con la esperanza de poder celebrar este importante evento el próximo año.
A pesar de la decepción por la cancelación de la procesión, el espíritu de devoción y comunión prevaleció entre los fieles, quienes encontraron consuelo y fuerza en la fe compartida. Esta experiencia sirvió como recordatorio de la importancia de la perseverancia y la adaptabilidad en medio de las dificultades, así como de la confianza en que, incluso en tiempos difíciles, la luz de la fe nunca se apaga.