La imagen ya ha sido colocada en el altar de su capilla catedralicia.
El Cristo de las Injurias ha regresado esta mañana a la Catedral después de que ayer se quedase en el Museo de Semana Santa a causa de la lluvia que obligó a la suspensión de la procesión del Santo Entierro.
Este mediodía los hermanos de paso del Cristo procedían al traslado de la imagen desde el Museo hasta la Catedral. Allí, ante numeroso público, ha tenido lugar la espectacular puesta en escena del retorno de la imagen a su capilla, mediante un sistema de poleas ubicado en el trascoro del templo mayor de la ciudad. Tras el rezo de un padrenuestro y las palabras del presidente de la Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias, Rufo Martinez de Paz, se inició un ritual que a parte de espectacular es un símbolo de que la Semana Santa de Zamora se encamina a su fin.
La imagen. una portentosa talla anónima del siglo XVI, ha sido elevada sobre su mesa procesional hasta casi "volar" bajo la bóveda de la Catedral, para ser descendida hasta el trascoro. Posteriormente, y mediante otro sistema de poleas, el Crucificado ha sido colocado en el altar de su capilla, donde permanecerá al culto todo el año hasta que, cuando el calendario llegue a la Semana Santa del año 2019, los hermanos de paso acudan a ubicarlo de nuevo con todo el mimo y cuidado que el proceso requiere, en su mesa procesional.
