La Virgen de la Esperanza ha vivido su día entre el cariño de sus hermanos, fieles y los zamoranos más devotos a una de las imágenes imprescindibles de la Semana Santa zamorana. La Cofradía de la Virgen de la Esperanza ha celebrado su día con una misa en la Santa Iglesia Catedral en la que se ha cantado y rezado con las miras puestas a que la Semana Santa de 2022 sea finalmente una realidad tras dos años sin poder sacar su imagen por las principales calles del Casco Antiguo de la capital.
En una tarde en el que el verde ha vuelto a reavivar el sentimiento tras casi dos años de espera, los nuevos hermanos y hermanas han recibido su medalla.
En total 140 han asistido a la ceremonia de entrega de medallas, si bien el número real supera los dos centenares. Uno a uno se han ido acercando a la cabecera de la capilla Mayor para recibir las medallas previamente bendecidas. Un acto que se ha alargado por la cantidad de nuevos miembros pero que se ha vivido con una pasión si cabe mayor que en ediciones anteriores, teniendo en cuenta la situación actual marcada por el Covid.
El acto se ha cerrado con una misa en homenaje a la Virgen y que ha contado con el acompañamiento musical del Coro Sacro Jerónimo Aguado.
